La perspectiva de que, conforme a lo que dice y repite Chacumbele, la reforma constitucional rechazada el 2D sea replanteada después del 2012, si se le aprueba la reelección indefinida, está acompañada de la incertidumbre, perfectamente calculada, que genera la redacción de la pregunta para el referéndum. ¿Por qué esa pregunta no fue redactada del modo simple y directo que es propio del tema, sino que se ha presentado un texto confuso y enredado, que enmascara el propósito de la remienda de varios artículos de la Constitución?
¿Por qué no se pregunta, claro y raspao, si se está de acuerdo o en desacuerdo con la modificación de los artículos tales y cuales para permitir la reelección indefinida del Presidente, gobernadores, alcaldes y diputados? Este mero hecho es tan capcioso, que aquellos compatriotas que todavía se debaten en la duda acerca de cómo votar e, incluso, de hacerlo o no, tendrían en ello un motivo de reflexión para la toma de su decisión. En principio, aprobar la enmienda comportaría darle un cheque en blanco a sus promotores. Aunque todo el mundo crea que de lo que se trata es de decidir, SÍ o NO, sobre la reelección indefinida, la verdad es que si fuere aprobada la remienda, nada impediría que los artículos fueran modificados luego por la Asamblea Nacional en el sentido, por ejemplo, de alargar el periodo presidencial a siete u ocho años o, llevando las cosas al absurdo, establecer la presidencia vitalicia. Sigue leyendo