Hace ya veinte meses que los jubilados venezolanos que viven en el exterior dejaron de recibir el dinero correspondiente a las pensiones que les corresponden, después de cotizar el tiempo reglamentario y de haber cumplido con sus obligaciones de aportación al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS). De forma intempestiva y sin explicación de ningún tipo, el gobierno venezolano suspendió las remesas correspondientes a estas prestaciones hacia el exterior y dejó en el más completo desamparo a miles de personas mayores, muchas de ellas con trastornos crónicos de salud debido a su avanzada edad. Sigue leyendo